Finalizamos
el mes de mayo con grandes aprendizajes sobre nuestra herencia
africana, como legado del mestizaje étnico y cultural que
se ha tejido durante siglos y que evidenciamos en nuestra cotidianidad: en lo
que comemos, en la música que escuchamos, en la medicina tradicional, en las
palabras que usamos, en la literatura, en la ciencia, en el deporte, en los
logros conquistados, en las voces de nuestros líderes, hombres y mujeres.
Estudiantes
y profesores tuvimos la oportunidad de explorar la historia y el presente de la
población afrocolombiana y nos dimos cuenta de su importante labor en la
construcción de país. También pudimos indagar en nuestra historia familiar,
tratando de ir “tras la huella de nuestros ancestros”: indígenas, africanos y
europeos. Estos saberes fueron clave
para comprender, construir y reconstruir nuestra identidad y ante todo para
valorar la diversidad étnica y cultural que es una de nuestras mayores
riquezas.
Además de los espacios de reflexión, hubo un día especial para conmemorar
nuestra herencia africana y fue el 21 de mayo, fecha en la que recordamos los
173 años de la abolición de la esclavitud. Se contó con la participación activa
de estudiantes de diferentes grados, quienes se hicieron partícipes con danzas
tradicionales de la Costa Pacífica y del Caribe colombiano y stands temáticos
que nos permitieron resignificar muchos aspectos de lo cotidiano, que de alguna
manera son nuestro cordón umbilical, aquel que conecta el pasado con el
presente.
Todo el trabajo realizado se desarrolló bajo la consigna ¡África hace parte
de lo que somos! A continuación, algunas fotografías del evento: